Después de un día ajetreado, solo te apetece descansar y no hacer nada más hasta el día siguiente, pero claro, empiezas a pensar que eso no es lo más recomendable, que deberías moverte más… y así es, la vida sedentaria es una de las causas más perjudiciales para la salud.
Para mantenerte en forma no es necesario que te machaques en el gym todos los días, ni que sigas una dieta estricta, solo basta con cambiar algunos hábitos cotidianos y transformarlos en rutinas más saludables.
Acostumbrarte a estos cambios e introducirlos en tu día a día, es más fácil de lo que crees si sigues esta serie de propuestas, ¡seguro que muchas te convencen y te animas a modificar tu rutina!
Actividad física diaria
La puedes realizar de muchas maneras, la mayoría sin darte cuenta o con hábitos que no te suponen gran cambio, pero tu salud agradecerá.
Ve al trabajo andando o en bici, pero si esto no te resulta posible, siempre puedes bajarte del metro o autobús unas paradas antes para caminar por lo menos 20 minutos a buen ritmo. Si vas en coche, tampoco es excusa: apárcalo algo más lejos y podrás disfrutar de los beneficios de caminar a diario.
Sube por las escaleras
Siempre que puedas, evita el ascensor: ahorrarás energía y harás ejercicio. ¡Ganas tú y también el planeta!
Actividades al aire libre
Como correr, dar un paseo largo, si es acompañado mejor, así tendréis una charla y será más divertido.
Disfruta de una vida social activa, así, además de mantenerte en buena forma, también lo hará tu mente y reducirás ese estrés acumulado.
Busca un deporte que te motive
Un deporte, ir al gym, cada vez hay más disciplinas, ¡seguro que tienes ganas de probar alguna nueva!
Y, como la alimentación también ayuda, alimenta tu masa muscular proteínas vegetales. Te ayudará a recuperarte después de tu rutina de ejercicios y podrás preparar batidos y bebidas deliciosas, como este batido energético..