La vitamina D (Calciferol) es una vitamina liposoluble, un micronutriente esencial para mantener el equilibrio mineral de cuerpo. El organismo necesita vitamina D para la absorción normal del Calcio en el intestino y tiene un papel fundamental en la mineralización del hueso.
La principal fuente de vitamina D proviene de la exposición de la piel a la luz solar. Sólo una pequeña parte proviene de la ingesta a través de la alimentación.
El déficit de vitamina D se asocia a una exposición al sol baja (especialmente en invierno y las prolongadas jornadas laborales, no exponemos nuestra piel lo suficiente al sol), combinada con ingesta pobre de alimentos que contienen vitamina D o procesos que cursan con malabsorción de las grasas.
Por tanto, la exposición solar y una dieta equilibrada proporcionan niveles adecuados de vitamina D a la mayor parte de la población. Sin embargo, puede ser conveniente su suplementación en caso de no cumplirse estas premisas a través de complementos nutricionales a base de esta vitamina.
Funciones de la vitamina D
Al comportarse como una hormona está involucrada en un complejo sistema endocrino que regula la homeostasis mineral, protege la integridad del esqueleto y modula el crecimiento y la diferenciación celular en una amplia variedad de tejidos.
Una ingesta suficiente de vitamina D (calciferol) es importante puesto que ayuda al cuerpo a:
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), ha confirmado que se han demostrado unos claros beneficios para la salud de la ingesta de vitamina D en la dieta y que contribuye a:
Factores que pueden influir en los niveles de vitamina D y grupos poblacionales de mayor riesgo de déficit:
Los complementos alimenticios a base de vitamina D son una fuente fiable de esta vitamina, especialmente durante el invierno, cuando la piel casi no produce vitamina D.
Autora: Mari Carmen Ramírez | Dietista
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