Se habla más de defensas en invierno pero hay que tener en cuenta que las defensas no descansan, están de guardia las 24 horas, por lo tanto aprendamos a reforzarlas en cualquier época sin descuidarlas ni un minuto. Para lograrlo vamos a conocer qué alimentos nos ayudan a llevar a cabo esta tarea.
El sistema inmune protege al organismo del ataque de virus, bacterias u hongos a los que estamos expuestos todo el día. Conocer los alimentos que ayudan a nuestro sistema inmunológico y evitar infecciones es muy importante. Piel y mucosas deben mantenerse en buen estado pues son la primera barrera ante los patógenos. Igualmente la flora intestinal que impide el crecimiento de virus y bacterias dañinas.
La alimentación y los complementos alimenticios pueden ser de ayuda para reforzar las defensas.
HIDRATOS DE CARBONO
Pan, pasta, arroz, legumbres, patatas y cereales en general. Es importante elegirlos siempre en su versión integral sin refinar. Aportarán energía a las células inmunes para que trabajen de forma adecuada.
GRASAS
Ejercen un papel fundamental. El omega-3, presente en los frutos secos y las semillas oleaginosas, como en el aceite de semillas de lino. Los ácidos grasos omega 3 constituyen un potente antiinflamatorio, al contrario que las grasas saturadas (embutidos, bollería, carnes rojas…) que reducen la respuesta inmunitaria.
Son excelentes los beneficios del aceite de oliva y el omega-6 (presente en el aceite de semillas –girasol, lino-, y los frutos secos).
PROTEÍNAS
Un déficit proteico está ligado a la disminución de la formación de linfocitos e inmunoglobulinas (elementos del sistema inmune). Para los vegetarianos o veganos conforma una proteína vegetal muy completa la unión de legumbres (aminoácido esencial lisina) con los cereales (aminoácido esencial metionina). Frutos secos, tofu o soja texturizada son también excelentes fuentes de proteína vegetal.
VITAMINAS
Son importantes las siguientes vitaminas antioxidantes que protegen de los radicales libres a las células inmunes. La vitamina C presente en frutas y verduras (naranjas, limones, mandarinas, fresas, kiwi, papaya, brócoli, perejil, pimientos), las vitamina E y A (frutos secos, aguacate, legumbres, olivas, zanahoria, brócoli, calabaza, boniatos). Por último la vitamina D (activada gracias a la luz solar y presente en los siguientes alimentos: nueces, vegetales de hoja verde, almendras, semillas de lino, sésamo o tofu).
MINERALES
Su gran capacidad antioxidante juega un papel importante, al igual que las vitaminas. El Zinc es uno de los más importantes y su carencia provoca infecciones, enfermedades autoinmunes y dificulta la cicatrización de las heridas. El Zinc lo encontramos en: semillas de girasol, germen de trigo, legumbres, frutas secas. El Hierro, esencial para el buen funcionamiento del sistema inmunológico (perejil, frutos secos, legumbres). Cobre y Magnesio. Las algas son también una buena fuente de minerales.
Autora: Mari Carmen Ramírez | Dietista | www.marketdietas.com
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