¿Qué es la vitamina E?
Es un nutriente que debemos incluir en nuestra alimentación a través de la dieta para estar sanos y evitar trastornos que provoquen su carencia. También denominada tocoferol, esta vitamina liposoluble ejerce de antioxidante y protector celular.
¿Para qué sirve?
El organismo usa la vitamina E, por ejemplo, para evitar infecciones y mantener una normal circulación sanguínea.
- Por su papel antioxidante celular y de grasas, contribuye a evitar la oxidación lipídica y a evitar que los radicales libres deterioren las grasas.
- Previene de la oxidación celular (antioxidante), protege contra los radicales libres y tiene un papel anti-envejecimiento.
- Función inmunitaria. La vitamina E ayuda a mejorar la respuesta inmunitaria que disminuye con la edad.
¿Cuánta vitamina E necesito?
Las necesidades van en función de la edad, se estima que a cada edad le corresponde lo siguietne:
- Bebés hasta los 6 meses de edad4 mg/día
- Bebés de 7 a 12 meses de edad5 mg/día
- Niños de 1 a 3 años de edad 6 mg/día
- Niños de 4 a 8 años de edad7 mg/día
- Niños de 9 a 13 años de edad 11 mg/día
- Adolescentes de 14 a 18 años de edad15 mg/día
Adultos 15 mg/día
- Mujeres y adolescentes embarazadas15 mg/día
- Mujeres y adolescentes en periodo de lactancia 19 mg/día
Déficit de vitamina E:
Se puede dar el caso de deficiencia en personas con trastornos intestinales como son los trastornos digestivos o de absorción de grasas, enfermedad de Crohn, fibrosis quística, enfermedades del hígado o enfermedades hereditarias (menos frecuentes).
A largo plazo la carencia de vitamina E podría causar daños a los músculos (debilidad y pérdida de masa muscular); afectar al sistema nervioso: movimientos oculares anormales, visión deficiente o andar inestable, además aumenta la incidencia de infecciones.
Alimentos fuente de vitamina E:
Lo ideal es aportar la vitamina E a través de la alimentación y estamos de suerte, ya que muchos alimentos contienen vitamina E, entre ellos:
- Aceites vegetales (aceite de oliva, de germen de trigo, girasol y cártamo).
- Frutos secos (almendras o nueces).
- Semillas (girasol, chía, sésamo, linaza o calabaza).
- Hortalizas de hojas verdes (espinacas, col kale, berros, canónigos, rúcula o brócoli).
- Frutos grasos como el coco o el aguacate.
- Cereales integrales.
- Ciertos productos del mercado (cereales, margarinas, etc) son fortificados en vitamina E.
- Complementos alimenticios a base de vitamina E, aunque lo mejor para conseguir suficiente cantidad de vitamina E es seguir una alimentación variada y equilibrada.
Autora: Mari Carmen Ramírez | Dietista | www.marketdietas.com
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