Con la llegada del otoño, los primeros días fríos y los cambios de temperatura, somos más propensos a padecer infecciones y resfriados. Unos hábitos saludables y una prevención adecuada, son vitales en esta época.
Nuestro sistema inmunitario se ve debilitado en aquellas ocasiones en las que tiene que hacer frente a muchos ataques externos de forma simultánea, como ocurre en los cambios de estación, especialmente de calor a frío. Pero no es sólo por el frío, sino más bien por los cambios bruscos de temperatura a los que exponemos a nuestro cuerpo en este periodo.
Por otro lado, años de abuso de antibióticos, han hecho a nuestro sistema inmunitario perder efectividad, no sólo porque las bacterias se hagan resistentes a ellos, sino porque los antibióticos acaban afectando a nuestra flora intestinal, donde reside la mayoría de nuestras defensas naturales.
La alimentación y el sistema inmune
Una alimentación variada, equilibrada y adecuada puede contribuir a reforzar nuestro sistema inmunitario. Por el contrario, una alimentación descompensada provocará un déficit de vitaminas y minerales que puede causar fallos defensivos en nuestro organismo y propiciar la aparición de resfriados y otras infecciones.
Por tanto, en estas fechas, no deben faltar en nuestra las siguientes vitaminas y minerales:
Para garantizar un correcto aporte de estos elementos, lo ideal es llevar una dieta variada y equilibrada, basada en alimentos de temporada y, a ser posible, de cultivo ecológico, pero cuando no resulta posible, por falta de tiempo o estilo de vida, existen complementos nutricionales que contienen estos elementos y por tanto, pueden resultar de ayuda en esta época.
Algunos alimentos, como el polen o la jalea real, son especialmente ricos en vitaminas y minerales, por lo que podemos tomarlos también como complemento de nuestra alimentación de cara a fortalecer nuestras defensas. Además, existe polen y jalea real de cultivo ecológico.
Naturopatía y sistema inmunitario
La naturaleza nos brinda algunas plantas y alimentos que pueden ayudarnos a combatir la bajada de defensas del periodo otoñal-invernal, como:
Otras pueden ayudar a paliar los síntomas de los resfriados y gripes, tan frecuentes en esta época:
Para activar la sudoración cuando hay fiebre podemos ayudarnos con:
Para paliar los dolores de garganta, el própolis puede resultar de gran ayuda.
Para aliviar la molesta congestión nasal, los vapores de eucalipto, bien con las hojas de éste árbol o bien con su aceite esencial, contribuirá a despejar las vías respiratorias y proporcionará un efecto balsámico.
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