Sigue las pautas de alimentación en verano y descubre los alimentos que son armonizadores en esta época. ¡En macrobiótica se intentan crear comidas equilibradas!
Acaba de comenzar el verano y con él poco a poco iremos notando un cambio en la energía que nos rodea y en cómo nos sentimos… Nuevamente tendremos una nueva oportunidad para variar lo que comemos, aprovechando al máximo los alimentos frescos que la naturaleza nos ofrece en verano.
Hay personas que opinan que la alimentación macrobiótica suena monótona: arroz, arroz y más arroz… Nada más lejos de la realidad. Una de las herramientas que nos aporta una alimentación consciente es la habilidad de darnos cuenta de qué es lo que más necesitamos comer en cada momento. La habilidad de adaptarnos a la estación y al entorno. La habilidad de aprovechar al máximo la variedad de alimentos que encontramos en cada cambio de estación.
La ventaja de una alimentación basada en la energía de los alimentos, es que con la llegada de cada estación, damos la bienvenida a los nuevos alimentos que nos ofrece la tierra, y éstos están en continuo cambio. Cambia el clima, y esto hace que las condiciones en las que pueden crecer sean diferentes… y es esta diferencia en las condiciones de desarrollo de los alimentos lo que va a influir en sus efectos energéticos.
La naturaleza es sabia y nos da siempre lo que más necesitamos. En verano, nos abastece de verduras y frutas refrescantes, alimentos con una energía yin: enfriadora, de apertura, que nos aporta humedad y nos relaja. Eso es exactamente lo que nuestro cuerpo necesita en verano: abrir el poro, para facilitar la salida de calor… humedad, para reponer los líquidos que perdemos con el sudor… frescor, para equilibrar las altas temperaturas veraniegas y por supuesto: relax!!!
En macrobiótica, intentamos crear comidas equilibradas que nos aporten lo que nuestro cuerpo necesita. Si escuchamos nuestro cuerpo, nos daremos cuenta que ahora, realmente nos apetecen alimentos menos densos, más ligeros, en preparaciones sencillas…
ALGUNAS PAUTAS
- Céntrate en las frutas y verduras de temporada.
- Aumenta el consumo de ensaladas y verduras cocinadas ligeramente en escaldados o salteados rápidos.
- Sustituye los estofados de legumbres por ensaladas o patés vegetales.
- Los guisos de cereales puedes sustituirlos por ensaladas de pasta integral, de cous cous, de bulgur.
- Introduce la polenta (sémola de maíz).
- Atrévete con las hierbas aromáticas, ahora es el momento, incluso puedes comprar unas macetitas y dejarlas en el alfiz de la ventana para tenerlas siempre a mano…
ALGUNOS EJEMPLOS
- Quizás puedes probar a sustituir la carne por verduras a la parrilla.
- Preparar una ensalada de garbanzos que te aporta una buena calidad de proteína
- Preparar una ensalada de cous cous con menta que resulta muy refrescante.
- Para comenzar puedes preparar una sopa fría de melón o de pepino, incluso la puedes dejar preparada el día anterior.
- O unos patés de garbanzos o guacamole…
- Y terminar con una refrescante gelatina de agar agar de frutas…
ALIMENTOS ARMONIZADORES
- Cereales: Utiliza los más refrescantes: el maíz y la polenta (sémola de maíz) son fáciles y rápidos de preparar y no te quitarán tiempo durante tus vacaciones. Aprovecha la rápida cocción del cuscús o el bulgur para preparar refrescantes ensaladas.
- Legumbres: Quizá no apetezca mucho consumir legumbre en verano, pero hay fantásticas ensaladas y patés que puedes preparar con ellas. Utiliza especialmente el garbanzo, con un efecto más expansivo que el resto de legumbres te permite elaborar recetas tan sabrosas y sencillas como el hummus.
- Verduras: Conviene aumentar el consumo de verduras tanto crudas como ligeramente cocinadas. Las que son un poco amargas son muy interesantes pues tonifican el elemento de esta estación: el fuego, activando la digestión y la circulación: rabanitos, rúcula, berros, canónigos, darán variedad a tus ensaladas. Disfruta ahora del pepino o el calabacín y de su energía enfriadora y de apertura.
- Geminados: La energía expansiva de los germinados y su riqueza en minerales y vitaminas los hacen adecuados para el verano. Puedes usar brotes de soja, alfalfa, berros, lentejas… en tus ensaladas o bocadillos.
- Algas: No debemos olvidar las algas, nos aportan minerales que ayudarán a reponer los que perdemos con el sudor y con los baños en piscinas. Preparar gelatinas con agar-agar ayudará a limpiar y regenerar la mucosa intestinal además de refrescarnos. Los copos de nori son fáciles de añadir a ensaladas o cremas de verduras, muy prácticos para esta estación.
- Frutas: Disfruta todo lo que te da la naturaleza en esta temporada: melón, melocotón, nísperos, albaricoques, cerezas, sandía…
- Pickles: No te olvides de ellos, ayudarán a tu digestión y mejorarán tu flora intestinal. Además, son excelentes para movilizar depósitos de grasa. El chucrut que puedes comprar ya preparado… es una manera sencilla de tenerlos siempre en tu plato.
Autora: Isabel Moreno | Consultora Macrobiótica y Profesora de Alimentación Saludable | www.macrosano.com
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