En invierno, cuida tu organismo

El invierno pone especialmente a prueba nuestro sistema inmunitario. Los cambios bruscos de temperatura, el paso del calor al frío y la humedad provocan que nuestro organismo se desequilibre y nuestras defensas se debiliten, siendo más vulnerables a las infecciones, resfriados, gripes…

Con la llegada del frío nos interesa reforzar nuestras defensas para reducir el riesgo de contraer resfriados y gripes y también para acortarlos y minimizar sus síntomas. Una manera de aumentar nuestras defensas de forma natural  y contribuir al mejor funcionamiento de nuestro sistema inmunitario es siguiendo estos sencillos hábitos de vida:

• Evitar el estrés,  los estados de ansiedad y de depresión, ya que debilitan el sistema inmunitario.  Mantener una actitud positiva es muy importante.
• Evitar el consumo de sustancias tóxicas, como el tabaco, el alcohol y otras drogas, sustancia que saturan y debilitan el sistema inmunológico.
• Realizar regularmente algún tipo de ejercicio moderado.
• Dormir lo suficiente. Un correcto descanso es esencial para la recuperación del organismo y la regeneración celular, Hay que tener en cuenta que durante el invierno se tiene la necesidad de descansar y dormir más horas.
• Comer a diario frutas y verduras frescas de temporada, ricas  en vitaminas  y antioxidantes (a ser posible de  cultivo  biológico), y consumir una parte de estos vegetales crudos o en forma de ensalada.
• Evitar el consumo de alimentos procesados industrialmente, así como de harinas refinadas y alimentos fritos o cocinados a altas temperaturas. Priorizar siempre el consumo de los alimentos poco procesados.
• Reducir el consumo de grasas. El incremento del colesterol y otras grasas en el organismo influye negativamente en las funciones inmunológicas, como la capacidad de producir anticuerpos. Por ello es recomendable disminuir  la ingesta de grasas de origen animal e incrementar el consumo de proteínas vegetales (legumbres, cereales integrales, frutos secos…) porque el cuerpo necesita proteínas para la creación de anticuerpos.
• Reducir el consumo de azúcar, ya que debilitan la capacidad  de las células encargadas de destruir a los elementos invasores a la vez que aumentan la susceptibilidad a  las infecciones.
• Tomar alimentos probióticos. Los fermentos presentes en alimentos como el tempeh, el kéfir, la col fermentada (chucrut) y el miso, cuidan la flora intestinal colaborando en el mantenimiento del sistema inmunitario.

También podemos darle un empujón a nuestras defensas ayudándonos de los complementos nutricionales, que combinen hongos reishi, shiitake y maitake con por el poder antioxidante de la vitamina C que  aporta el camu camu. La propiedades de los tres hongos se potencian por su relación sinérgica, siendo su combinación más efectiva que su uso por separado.

Estos tres hongos se utilizan en la medicinal oriental desde hace más de 4.000 años. Su poder reside en la presencia de un polisacárido natural, el betaglucano, una sustancia que nuestro organismo no es capaz de producir y que resulta muy beneficiosa.

Reishi (Ganderma lucidum)

Es considerado un adaptógeno, ya que ayuda al organismo a sobreponerse a situaciones de desgaste físico o mental, estrés… Es un poderoso antioxidante y es muy adecuado para deportistas.

Shiitake (Lentinus edodes)

Es una fuente de un polisacárido llamado lentinan, y es utilizado en Japón como estimulador del sistema inmunológico y también para el tratamiento de la fatiga crónica.

Maitake (Grifola fondosa)

Este hongo es un adaptógeno, como el reishi. Además de servir como ayuda para sobrellevar situaciones de desgaste físico y mental.

Camu camu (Myrciaria dubia) 

Esta fruta procedente del Amazonas es considerada como la mayor fuente de vitamina C del planeta (Contiene 2.700 mg por 100 gr, cerca de 40 veces más que una naranja). Las virtudes de la vitamina C son bien conocidas especialmente en periodos de frío.

Autora: Sonia Moreno | Terapeuta Holística

La información contenida en esta web tiene un carácter informativo, divulgativo y/o comercial. Consulte siempre con su especialista. Es importante seguir una dieta variada y un estilo de vida saludable.