¿QUÉ ES LA DIETA DISOCIADA?
La dieta disociada se basa en la idea de no mezclar ciertos grupos de alimentos bajo la premisa de que tienden a convertirse en grasa en mayor medida cuando se ingieren juntos que cuando lo hacen por separado y que además, hacerlo de este modo aumenta la energía vital.
¿CUÁLES SON SUS FUNDAMENTOS CIENTÍFICOS?
Nuestro organismo necesita segregar una serie de sustancias diferentes para digerir diferentes tipos de alimento. Así, si en una misma comida tomamos hidratos de carbono y proteínas, las sustancias que el organismo segrega para digerir los hidratos y las que usa para las proteínas, se anulan entre sí y además engordan.
Sin embargo, para que esta afirmación fuera totalmente cierta, cada alimento que tomamos debería estar realmente compuesto sólo por una categoría y esto no ocurre en la realidad, ya que la mayoría de los alimentos están compuestos de un macronutriente además de grasa. Este macronutriente a veces es muy predominante y otras veces no tanto.
Por otra parte, si teóricamente al mezclar estos grupos de alimento a nuestro organismo le cuesta más digerirlos o no los digiere correctamente, la duda que se plantea es cómo pueden engordar más si no se digieren (es decir, si no se asimilan) correctamente.
En resumen, la base científica de esta dieta es aún un tema controvertido.
¿CÓMO COMBINAR LOS ALIMENTOS EN LA DIETA DISOCIADA?
En la dieta disociada no se mezclan:
En la dieta disociada no se consumen:
Estos alimentos se dividen en 5 tomas al día: desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena.
Los alimentos que no se pueden mezclar con nada (fruta y frutos secos) se toman en almuerzo y merienda (por ejemplo, frutos secos de almuerzo y fruta de merienda).
Los hidratos de carbono sólo se toman en el desayuno y el almuerzo. En la cena solo pueden tomarse proteínas.
PROS Y CONTRAS DE LA DIETA DISOCIADA
ARGUMENTOS PARA REFLEXIONAR
En principio, esta dieta no restringe cantidades. Hay algunos micronutrientes de los que nuestro organismo necesita muy poca cantidad, pero no por ello dejan de ser fundamentales. Una verdadera dieta equilibrada tendría en cuenta estos y otros parámetros para evitar que se produzca un desequilibrio nutricional.
Sin embargo, si queremos seguir una dieta disociada, es mejor hacerlo bajo el control de un profesional de la nutrición, para que en función de nuestras particularidades (estilo de vida, nivel de ejercicio, metabolismo basal, gustos), nos elabore menús en los que no falte ningún nutriente. Como hemos dicho otras veces, no existe dieta buena o mala: la cuestión es adaptarla a las necesidades particulares de cada uno.
No existe una base científica para esta dieta como vimos antes. El único estudio que se publicó sobre el tema en el International Journal of Obesity en el año 2000, demostró que quienes comieron disociado no obtuvieron ninguna ventaja significativa respecto a los que no lo hicieron.
Como ventaja, podremos decir que es una forma de alimentación que podría contribuir a mejorar la digestión de algunos alimentos.
En cualquier caso, si quieres seguir una dieta disociada, hazlo bajo la supervisión de un nutricionista o dietista, que la adaptará a tus necesidades calóricas y la modificará en función de sus conocimientos.
Fuentes: Centinel Lo que dice la ciencia para adelgazar | Lucía Martínez Argüelles Dime qué comes
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