Ya ha llegado el buen tiempo, el verano cada vez está más cerca y empezamos a pensar en las vacaciones Nos apetece disfrutar de la naturaleza, salir de excursión, organizar picnics con la familia, practicar deportes al aire libre o simplemente disfrutar de una tranquila siesta al fresco. Pero también es época de insectos, especialmente mosquitos que con sus picaduras pueden arruinar nuestras horas de descanso y diversión.
Los repelentes de insectos que se comercializan están formulados con sustancias químicas que pueden ser perjudiciales para los seres humanos y también para nuestras mascotas. La N,N-Dietil-meta-toluamida, conocida como DEET, es el ingrediente más habitual de estos productos y al aplicarse en la piel puede causar irritación ocular, ampollas, reacciones alérgicas y erupciones cutáneas. Estudios realizados en ratas de laboratorio han relacionado el DEET con daños neurológicos, cambios de comportamiento y muerte de células cerebrales en estos animales. Por otra parte esta sustancia tiene un impacto negativo en el medio ambiente. El DEET es tóxico para los pájaros y la vida acuática y sólo en los Estados Unidos se ha encontrado presente en el 75 % de ríos y fuentes naturales de agua.
Una manera natural, menos agresiva y respetuosa con el medio ambiente de mantener a raya a los insectos y evitar sus picaduras es aprovechando las cualidades de los aceites esenciales. Así como algunas plantas emiten aromas que atraen a los insectos para estimular la polinización, otras generan sustancias aromáticas capaces de repelerles. Los aceites esenciales extraídos de estas plantas confundirán a los insectos, que pasarán de largo sin picarnos.
Hay muchos aceites esenciales conocidos por sus propiedades como repelentes de insectos. Algunos de estos aceites funcionan mejor que otros dependiendo el tipo de insecto que nos interese mantener alejado. A veces un mismo aceite repele varios tipos de insectos o bien podemos combinarlos según nuestras necesidades. Estos son algunos de los aceites esenciales más utilizados por sus propiedades anti-insectos:
Estos aceites se pueden aplicar de distintas formas. Vamos a explicar como usarlos y también vamos a facilitar unas recetas para que podáis fabricar vuestros repelentes de insectos caseros con utilizando aceites esenciales.
Es muy importante no llenar del todo la botella, dejar un pequeño espacio para poder mezclar los aceites cada vez que vayamos a utilizarlo. Vaporizaremos la mezcla cada 2 o 3 horas con cuidado, procurando no vaporizar sobre niños ni mascotas y evitando que pueda caer en los ojos. Este spray también nos servirá para mantener alejados a los insectos de nuestras plantas. Conviene guardar esta mezcla en un sitio oscuro y alejado del calor y de la luz solar para preservar sus propiedades.
Otra manera de aplicar los aceites esenciales es mezclarlos con un aceite portador y aplicar la mezcla directamente sobre la piel. Los aceites esenciales son sustancias muy concentradas y salvo unas pocas excepciones no se deben aplicar directamente sobre la piel, deben diluirse antes. Este método está especialmente indicado en el caso de excursiones, para proteger a los niños en el exterior…lo ideal es usar aceites ligeros para que su absorción sea rápida, como el aceite de almendras dulces o el de jojoba, aunque podemos usar el aceite que tengamos a mano, como el de oliva o girasol. Si no nos gusta la textura del aceite podemos sustituirlo por una base de alcohol.
En este caso mezclaríamos 2 cucharadas soperas del aceite portador con 20 gotas del aceite o aceites esenciales de nuestra elección y aplicaríamos la mezcla sobre la piel cada dos horas o después de nadas o hacer ejercicio intenso. En el caso de los niños se recomienda hacer la mezcla con 15 gotas de aceite esencial.
Algunas ideas de combinaciones de aceites esenciales:
¿Y qué pasa si en un descuido algún insecto nos pica? Los aceites esenciales también salen a nuestro rescate. En estos casos lo mejor es aplicar con un algodón unas gotas de aceite esencial de lavanda o de aceite de árbol de té para reducir la inflamación y el picor. Como ya comentamos en el artículo sobre los usos del aceite de árbol de té, llevar siempre en el botiquín de las excursiones o en el neceser de viaje un frasco de aceite de árbol de té nos puede sacar de más un apuro. Es muy versátil, nos sirve no sólo para picaduras sino también para ampollas, pequeños cortes, rozaduras, heriditas, quemaduras… y es de los pocos aceites que pueden aplicarse directamente sobre la piel.
Por otra parte hay que tener en cuenta que si bien los aceites esenciales son naturales, no son productos inocuos y hay que utilizarlos con precaución. No hay que usarlos en el caso de estar embarazada, en niños recién nacidos o muy pequeños o ancianos con problemas de salud ya que pueden interactuar con algunos tratamientos. También deben aplicarse con precaución, evitando su contacto con ojos y mucosas y siempre diluidos, nunca directamente sobre la piel. El aceite de árbol de té y de lavanda son los únicos aceites que pueden aplicarse sin diluir sobre la piel. También tenemos que tener en cuenta que algunos como la bergamota son fotosensibilizantes y con la luz solar pueden causar manchas en la piel. Otra precaución a tener en cuenta es mantenerlos alejados de nuestras mascotas; si bien podemos usar ciertos aceites en perros para combatir pulgas y garrapatas, la mayoría de aceites esenciales ha resultado ser tóxicos para los gatos.
Por último, señalar que si los aceites esenciales empleados son de origen ecológico, mejor que mejor, ya que estaremos garantizando que usamos aceites puros, extraídos de plantas que han sido cultivadas sin pesticidas químicos ni abonos de síntesis.
Autora: Sonia Moreno | Terapeuta Holística
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