Hay una planta archiconocida en las cocinas mediterráneas y es el orégano. Para mí en particular es muy socorrida en la cocina pues lo mismo combina en una pizza casera, en un bocadillo de tomate y tofu marinado a la plancha, para cualquier ensalada e inclusive para elaborar unas crujientes regañás andaluzas que serán el acompañamiento perfecto para nuestros picoteos más saludables en reuniones tertulianas entre amigos.
De esta pequeña y aromática planta mediterránea se utilizan sus hojas como condimento tanto secas como frescas, aunque secas poseen mucho más sabor y aroma.
Sin embargo, es mucho menos conocido su uso en aromaterapia y como ayuda en diversas molestias que traen consigo los fríos invernales.
Existen varias especies de orégano. La influencia del clima, la estación y el suelo afectan en mayor medida a la composición del aceite esencial que contienen pero la especie más conocida en nuestro país es el Orégano español (Thymbra capitata (L.) Cav).
¿CÓMO TOMAR EL ORÉGANO?
Puede tomarse en infusiones o como especia, pero sin duda, para aprovechar al máximo sus propiedades, es mejor utilizar su aceite esencial que es donde se encuentran concentradas.
El aceite esencial de orégano no debe tomarse directamente, sino una gota diluida en una cucharada de aceite de oliva. También se puede aromatizar un bote de aceite de oliva con 5 ó 6 gotas de aceite esencial de orégano y utilizarlo en frío para aliñar ensaladas o guisos.
Es imprescindible que se trate de aceite esencial de orégano de grado alimentario y, si es de cultivo ecológico estaremos además garantizándonos no ingerir pesticidas químicos.
Autora: Mari Carmen Ramírez | Dietista | www.marketdietas.com
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