El verano está a la vuelta de la esquina y ya hemos empezado a probarnos la ropa de temporada y los trajes de baño con la esperanza de vernos tan bien como el año anterior.
Muchos han estado preparando este momento durante la primavera, controlando su dieta, eliminando excesos y siguiendo un programa de ejercicios para verse mejor a la hora de pisar la playa.
Pero el verano es una época que invita a relajar las costumbres y llena de tentaciones; sin darnos cuenta en poco tiempo podemos lanzar por la borda todo lo conseguido con tanto esfuerzo. 
En este artículo daremos unos consejos para mantener el peso durante esta época del año, en la que nos relajamos quizás un poquito de más y en la que las tentaciones nos acechan: comidas inesperadas fuera de casa, aperitivos con los amigos en el chiringuito, cervezas y picoteo en alguna terraza, un helado después de cenar…
A media mañana come un poco de fruta que dará un aporte extra de agua a tu organismo. Aprovecha las jugosas y deliciosas frutas de temporada, como la sandía, el melón y el melocotón. Si tienes más hambre puedes añadir un puñado de frutos secos al natural o de semillas, como las de calabaza. Si vas a la playa evita llevar para picotear patatas fritas de bolsa, frutos secos fritos y otros snacks salados; te aportarán calorías extra y además te darán sed y más hambre. Lo ideal es llenar un tupper con trocitos de fruta fresca y tenerlo a mano para esos momentos en los que el hambre aprieta.
Es importante no descuidar este aspecto ya que a menudo confundimos la sensación de sed con la de hambre y además en verano al sudar se incrementa la necesidad de hidratación. Bebe aunque no sientas la necesidad de hacerlo, empieza el día con dos vasos de agua en ayunas, bebe otros dos durante la mañana y dos más por la tarde y acaba con otros dos por la noche. Si practicas deporte o vas la playa o a la piscina necesitarás aumentar tu consumo de agua. Si te cuesta beber el agua por insípida no la sustituyas por refrescos comerciales llenos de azúcar y aditivos químicos: fabrícate tu propio refresco natural añadiendo a una botella o jarra de agua rodajas de limón, lima, pepino, hojas de menta, hierbabuena, albahaca o bien fresas, arándanos, frambuesas o trozos de piña congelados a modo de cubitos de hielo. Deja enfriar en la nevera y tendrás una bebida suavemente aromatizada y mucho más sana que cualquier bebida comercial.
Si vas a la playa por la mañana procura dejarte preparada la comida para que a la vuelta no “arrases” con lo primero que pilles, generalmente pan, snacks salados de bolsa , patatas fritas y otras alternativas poco saludables cargadas de calorías innecesarias, grasas y sal. Una buena idea es preparar alimentos como pasta, arroz o couscous integral, quinoa, legumbres… para varios días y conservarlos en el frigorífico para que combinados con verduras nos sirvan como base para preparar ensaladas frías de verano y otros platos rápidos, equilibrados y saciantes. Tener a mano estos alimentos nos ahorrará tiempo y calorías. Otro buen recurso en esta época es tener en la nevera una buena jarra de gazpacho (prueba a preparar nuestra receta de gazpacho de sandía o nuestro gazpacho gourmet con almendras), sin excedernos con el aceite en su preparación. Esta sopa fría es un auténtico cóctel de vitaminas y antioxidantes que además nos saciará con muy pocas calorías. Si te quedas a comer en la playa llévate tu propia comida en un tupper, evita comer de bocadillo con frecuencia y las comidas de chiringuito; tu salud, tu línea y tu bolsillo te lo agradecerán.
Es difícil resistirse al placer de saborear algún helado en verano, pero si caes en la tentación decántate por los polos de hielo. Es cierto que contienen azúcar pero resultan menos calóricos que los helados cremosos, mucho más pesados al estar elaborados con nata entera, huevos, chocolate, frutos secos, siropes, galleta…además de ser más refrescantes. Si nos apetecen mucho los helados cremosos otra opción es hacerlos en nuestra propia casa, utilizando lácteos semidesnatados e ingredientes más ligeros. Podemos congelar yogures de sabores o bien podemos preparar el clásico helado vegano, una alternativa ligera y saludable a los helados cremosos. Consiste en congelar un par de plátanos bien maduros y sin piel a trocitos y cuando estén bien congelados pasarlos por la batidora hasta que adquieran una textura cremosa. Podemos añadir un poco de cacao puro, canela o fresas o frutas del bosque congeladas para darle un toque distinto.
Si tienes una cena o comida especial intenta comer antes una rodaja de piña o un poco de papaya. Ya describimos las propiedades saciantes y digestivas de la piña debido a su contenido en la enzima bromelina. La papaya tiene unas propiedades similares y consumir estas frutas antes de una comida o cena copiosa nos ayudará a comer menos al ir con el estómago lleno y facilitará una mejor digestión. Al día siguiente compensa los excesos dando preferencia al consumo de verduras frescas y proteínas magras, evitando en lo posible los hidratos de carbono. También puedes tomar un complemento a base de tronco de piña, ya que es ahí donde se concentran sus propiedades.
Es importante seguir activos y vencer la tentación de pasarnos el día sin hacer nada en la tumbona de la playa. Se recomienda pasear a diario un mínimo de 30-40 minutos a buen paso, pero también podemos aprovechar la playa para mantenernos en forma y practicar surf, nadar, jugar con los amigos al futbol, al voleibol o a las palas…estar en movimiento también nos ayudará a conseguir un bronceado más uniforme. Por último no hay que olvidarse de una actividad de alto impacto que nos ayudará a quemar un montón de calorías: bañarnos con nuestros hijos o sobrinos…¡imposible parar quietos un momento!
Esta propiedad del konjac de aumentar su volumen con el líquido es de gran utilidad a la hora de buscar sensación de saciedad y consumir una menor cantidad de alimentos.La única precaución a la hora de tomar konjac es la de ingerirlo siempre con abundante agua (dos vasos) y tener en cuenta que puede interferir en la absorción de algunos fármacos, por lo que si se está tomando medicación es importante espaciar la toma a menos una hora y consultar siempre con su especialista.
Autora: Sonia Moreno | Terapeuta Holística
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