Como otras capacidades del ser humano, también somos capaces de entrenar la atención. Este proceso toma un tiempo, pero si somos constantes, poco a poco nuestra atención mejorará y con ello nuestra memoria y concentración.
Por eso queremos compartir con vosotros estos ejercicios de mindfulness para practicar en casa. Necesitamos reservar entre 10 y 30 minutos al día para practicarlos y, sobre todo, ser constantes.

Ejercicios básicos
Ejercicios de respiración
- Empezamos centrando nuestra atención en la respiración.

- La escuchamos y sentimos cómo recorre nuestro cuerpo, reconociéndola y dejándola fluir.
- Nuestra concentración se debe enfocar en la respiración consciente sin pensar en ella.
- Una vez más, la reconocemos y la dejamos fluir.
- Si pasan pensamientos por nuestra mente, los aceptamos y los dejamos ir.
- Podemos visualizar cómo recorre por nuestro organismo el oxígeno que inhalamos.
- Cuando llevemos tiempo realizando esta práctica, podemos ejercitarla para tratar de dejar nuestra mente en blanco. No pensar, no visualizar nada y dejar que nuestra mente descanse un poco.
La pasa
- Este es uno de los ejercicios más utilizados y sencillos. Lo primero es coger una uva pasa y observar cada detalle, fijándonos en sus colores, sus pliegues y sus luces.

- Luego, cerramos los ojos y la hacemos rodar por nuestros dedos. Sentimos su textura y cómo se mezcla con nuestra piel.
- Después, nos ponemos la pasa en la boca, pero no la comemos. Seguimos con los ojos cerrados.
- La saboreamos y acariciamos con los dientes, disfrutando de todo lo que una pasa nos puede ofrecer, sin prisa.
- Al final, ahora sí, podemos morderla. Estaremos mucho más conscientes y perceptivos a su sabor. Al terminar el ejercicio, esperamos unos segundos y abrimos los ojos. Ya nos contaréis si así disfrutáis más de la pasa que si sólo la hubierais comido deprisa sin poner la mínima atención.
Colorear
- Otra forma de practicar mindfulness es colorear con mucha atención, concentrados y completamente abstraídos en nuestra actividad.
Realizar actividades creativas y volver a practicar ejercicios de nuestra infancia tienen múltiples beneficios para nuestra salud mental.
- Se trata de pintar dibujos en blanco y negro. No es necesario comprar un libro, en Internet podemos encontrar muchas plantillas de mandalas.
- Esta actividad es simple. Reducirá nuestro ruido interior y nos permitirá poner el foco en una sola actividad, conectando con nuestra parte creativa.