Son muchas las personas a las que les gusta romper las reglas establecidas y hacer lo contrario que la mayoría mostrando de este modo cómo es su personalidad. Además de reflejarse en la forma de vestir o en los gustos musicales, las vacaciones de verano son otra oportunidad más para sentirnos diferentes apostando por el turismo de interior frente al tradicional turismo de sol y playa.
Si hace unos días te mostrábamos los beneficios de pasar el verano en tu ciudad habitual, hoy os traemos las ventajas que tiene cogerse las vacaciones en estos meses para disfrutar de tus días libres haciendo turismo de interior, ya sea urbano o rural, con el objetivo de que finalmente te decantes por él en caso de que todavía no hayas elegido destino. ¡Es una forma diferente pero no menos atractiva de disfrutar del verano!
Ciudades para ti solo: los habitantes de las zonas urbanas de interior abandonan en agosto su residencia habitual para desconectar de la rutina diaria y relajarse en la playa, por lo que es el momento apropiado para visitar estas ciudades en las que desaparecen sus clásicas aglomeraciones de gente y los atascos.De este modo aprovecharás los días al máximo ya que no tendrás que aguantar colas cuando llegues a un museo para ver una exposición o adquieras las entradas para disfrutar de un musical u obra de teatro. Además el hecho de que apenas haya gente en ella te permitirá ir de turismo tranquilamente a sus lugares más emblemáticos haciéndote todas las fotografías que desees y sin contagiarte del rápido ritmo de vida que tiene el resto del año.
Fusión de cultura y gastronomía: seguro que has escuchado en más de una ocasión a algún familiar o amigo decir que como en las regiones de interior no se come en ninguna parte, por lo que apostar por el turismo de interior en el verano es una gran oportunidad para comprobarlo. Pero si eres de los que considera que las vacaciones son una época perfecta para mantener la línea, te recomendamos que visites algunos de los restaurantes vegetarianos de Madrid, Castilla-La Mancha, Aragón, Extremadura o Castilla y León en los que disfrutarás de deliciosas y saludables elaboraciones.Las zonas de interior también cuentan con una historia y cultura milenaria que se ve reflejada en muchos de sus monumentos que te darán ganas de fotografiar desde todos los ángulos posibles. La fantástica combinación entre cultura, historia y gastronomía puede hacer que este año te decidas por esta modalidad si antes has mirado el conjunto de posibilidades que ofrece en una guía turística.
Mayor relajación: cuando nos decantamos por el turismo de sol y playa lo hacemos porque consideramos que nos vamos a relajar tras un duro año de trabajo pero no tenemos en cuenta que el resto piensa igual que nosotros. Pequeños municipios se llenan de gente en julio y agosto transformándose en ciudades, algo que dificulta la conciliación del sueño y el descanso como inicialmente imaginábamos.Por lo tanto, el turismo rural es una alternativa perfecta si lo que buscamos es desconectar de verdad de la rutina, ya que hay zonas en las que nuestro smartphone estará sin cobertura y únicamente tendrás contacto con las personas que hayas elegido para compartir tus vacaciones. Encontrarte en plena naturaleza también ayudará a evadirte y liberar tu mente durante unos días.
Un descubrimiento para todos: la inmensa mayoría de casas rurales se encuentran en pueblos semiabandonados situados a escasos kilómetros de las diferentes capitales de provincia, por lo que este verano puedes combinar unos días de naturaleza en los que practiques senderismo o hagas una ruta en bici con unas temperaturas agradables con otros en los que tengas ganas de visitar algunas ciudades que antes solo habías visto por internet.No solo los más peques de la casa disfrutarán del cambio de la gran ciudad a la naturaleza y descubrirán que existen otras formas de entretenimiento y diversión, sino que loa mayores también se sentirán que han acertado plenamente al elegir unas vacaciones diferentes. ¡Es posible que repitas el próximo año y convenzas a otros para que te acompañen!
