Después de las fiestas navideñas, las comidas copiosas y los dulces, puede que hayas cogido algún kilito de más. No hay por qué preocuparse demasiado. Es muy normal relajar los hábitos en estas fechas.
Para que vuelvas a sentirte bien, vamos a darte algunos consejos que te ayudarán a recuperar el equilibrio.
Hay pequeños cambios fáciles de aplicar en tu día a día, y que pueden marcar una diferencia en tus digestiones, ayudándote a sentirte más saciado, y por tanto, a no caer nuevamente en los excesos.
Por ejemplo, algo básico que debes hacer es comer despacio y masticar bien los alimentos. De esta forma detectarás mejor cuándo estás saciado. Además, es importante recuperar el consumo productos frescos, y de temporada y cocinar en casa, reduciendo la cantidad de dulces y alimentos procesados.
Otro truco muy sencillo para sentirte saciado es iniciar las comidas principales con preparaciones líquidas. Los caldos, sopas, o cremas vegetales son ligeros, calentitos sientan muy bien, y además nos llenan, de forma que el segundo plato será menos pesado.
Con el picoteo no somos conscientes de lo que terminamos comiendo a lo largo del día. Muchos poquitos pueden sumar un exceso de energía que no vas a quemar.
Por supuesto, no debes pasar hambre. Si necesitas tomar algo entre comidas, procura que sean frutas o verduras. Puedes llevar en tu bolso o mochila la clásica pieza de fruta, unos crudités de verduras, o unos tomatitos Cherry, por ejemplo.
Otra opción muy rica y cómoda para llevar encima a cualquier lado son los snacks de fruta o verdura deshidratada, o unas tortitas de arroz o maíz. Si estás en casa, los encurtidos son muy cómodos para picar, o también el yogur natural con unas semillas molidas.
Existe la creencia de que los hidratos de carbono engordan más por la noche. En realidad, el arroz, el pan o la pasta tienen las mismas calorías por la mañana que por la tarde. Lo que ocurre con ellos es que los hidratos funcionan como combustible energético, y lo más probable es que por la noche no vayas a usar esa energía. Por eso, es preferible moderar su consumo al final del día.
Para que tu digestión sea más ligera, mejor dale protagonismo a las verduras y hortalizas. Puedes introducir algo de proteína magra y una pequeña guarnición de hidratos de carbono, como el teff, el trigo sarraceno, el bulgur o el cous-cous integral. Pero recuerda, mejor como acompañamiento.
Sabemos que perder peso no es sencillo. No se trata de hacer dietas restrictivas que te hagan pasar hambre y que acabes abandonando por frustración. Apuesta por seguir habitualmente una dieta saludable y moderada, y acompañarlo siempre con una actividad física diaria. Tal vez notes los resultados a largo plazo, y debas tener un poquito de paciencia, pero es la mejor forma de cuidarte.
Si te cuesta perder peso, existen algunas ayudas naturales y ecológicas a las que puedes recurrir. Hay plantas que se han empleado tradicionalmente como apoyo para el control de peso y la eliminación de líquidos, como el té verde, la alcachofera o la cola de caballo.
Otro ejemplo es LipoGran, un complemento alimenticio vegano a base de extractos de té verde, guaraná, cola de caballo y diente de león, que con una sola cápsula al día puede ayudar a aumentar el gasto energético y la quema de grasa.
Como ves, existen pequeños cambios que puedes aplicar a tu rutina para despedirte de esos kilitos de más que hayas podido coger en Navidad. Y ya sabes, la clave es cuidar tus hábitos y llevar un estilo de vida saludable sostenido en el tiempo. Así evitarás caer en el temido efecto yo-yo y en la frustración.
La información contenida en esta web tiene un carácter informativo, divulgativo y/o comercial. Consulte siempre con su especialista. Es importante seguir una dieta variada y un estilo de vida saludable.