¿Sabías que el café es la segunda bebida más consumida a nivel mundial después del agua?
Aunque hay opiniones que aseguran que su consumo en exceso podría tener efectos negativos, la mayoría de expertos en nutrición destacan sus atributos y beneficios para la salud de las personas. De todas las variedades los cafés premium y de cultivo ecológico (libre de pesticidas) son los más saludables.
Se recomienda tomarlo con moderación para asimilar mejor sus extraordinarias propiedades. Es una gran fuente de antioxidantes y rico en vitaminas y minerales. Cuando es consumido por la mañana, la cafeína estimula el sistema nervioso central ayudándonos a despertarnos, estar más alerta; mejorar la concentración y activar el movimiento.
Además:
- Estimula el cerebro: Numerosos estudios indican que las personas que consumen café frecuentemente tienen menos riesgo de padecer enfermedades como Alzheimer y demencia. El café es un excelente aliado para nuestra memoria, inteligencia y en general para nuestra salud mental.
- Es digestivo: Los compuestos del café estimulan la secreción gástrica, activan la producción de bilis y las contracciones de la vesícula biliar. Por lo tanto, consumir café después de las comidas favorece la digestión.
- Combate el envejecimiento prematuro: El café es un alimento rico en antioxidantes; gracias a éstos ayuda a combatir el envejecimiento prematuro y favorece la salud de la piel.
- Protege el hígado: Se han hecho investigaciones que prueban que el consumo moderado de café ayuda a reducir el riesgo de desarrollar cirrosis (condición que lleva a un fallo hepático total).
- Reduce dolores los musculares: Beber café después de realizar intensos ejercicios físicos ayuda a reducir el dolor muscular hasta en un 50%.
- Ayuda a proteger el organismo del daño que pueden causar los radicales libres: Gracias a sus propiedades antioxidantes, el café es un excelente alimento a la hora de prevenir derrames cerebrales, problemas cardiovasculares y retrasar enfermedades degenerativas.

Se debe tener en cuenta que para gozar de los beneficios del consumo moderado del café, debemos poner mucha atención a sus acompañantes: crema, leche o la cantidad de azúcar que le añadimos.
Una cuestión muy importante es que el café no esté torrefactado (proceso ya prohibido en muchos países de la unión Europea). Es más saludable el tueste natural, que además, se realiza sin añadir azúcar. Otro punto a tener en cuenta es que el café sea de origen ecológico, es decir, que haya sido cultivado sin pesticidas químicos ni abonos de síntesis y, si además es de comercio justo, estaremos ayudando a crear un mundo mejor.