Pan blanco, harina blanca, pastas y arroz refinados…hace tiempo que todas las recomendaciones nutricionales van encaminadas a que el consumo de cereales y derivados se orienten a la opción integral.
Los cereales y derivados ocupan un lugar destacado en la dieta mediterránea, siendo aconsejada su inclusión diaria en la alimentación de niños, adolescentes, adultos y seniors.
Los cereales integrales se caracterizan por ser alimentos con moderado aporte energético, ya que su contenido en grasa es en general bajo. Este aporte energético procede en su mayoría de los hidratos de carbono de absorción lenta (almidón).
Con el consumo de cereales integrales se incluye el salvado, la capa más externa del grano, que se pierde durante el proceso de refinamiento. En el salvado encontramos fibra dietética soluble e insoluble, que ayuda a la salud digestiva, a mejorar el tiempo de tránsito y a la saciedad. Además de compuestos fenólicos con actividad antioxidante y cierta cantidad de vitaminas, como la riboflavina (B2) y el ácido pantoténico (B5), que contribuyen al normal funcionamiento del sistema nervioso, al rendimiento intelectual, a reducir el cansancio y la fatiga y a la salud de la piel. Por estas razones, se insta a la población a sustituir los cereales refinados por los integrales en su alimentación diaria.
Comenzar la jornada laboral o escolar con, por ejemplo, nuestros cereales de El Granero Integral elaborados con avena integralpuede ser una buena opción para toda la familia. Desde los clásicos copos de avena integral pasando por opciones crujientes como las granolas, los mueslis o los cereales KIDS que incorporan ingredientes deliciosos (chocolate, frutos rojos, miel, etc.). Todos estos cereales cuentan además con el certificado de la agricultura ecológica y en el caso de la granola y los mueslis, estos han sido elaborados con avena integral sin gluten.