El trigo sarraceno tiene un sabor intenso. En realidad, no es un cereal pero sus propiedades nutricionales son muy semejantes a las de éstos. Sus granos tienen una característica forma piramidal que recuerda a un corazón.
7 razones lo convierten en un producto interesante para añadir a nuestra alimentación diaria:
¿CÓMO COCINARLO?
Una buena opción para incorporar nuestro trigo sarraceno a tu dieta la tienes de la mano de Patricia Pérez, en su blog Yo Si Ke Komo, donde te enseña a preparar una cena a base de trigo sarraceno.
El trigo sarraceno en grano puede cocinarse junto con legumbres. Añade un puñado a las lentejas, judías o azuquis y cocínalo junto a ellas.
También puedes cocerlo solo y servirlo acompañado de salsas. Para su cocción se necesitan 2 medidas de agua por 1 de trigo sarraceno.
Resulta exquisito en forma de crepes: mezcla una taza de harina de trigo sarraceno, otra de bebida de soja, una cucharadita de azúcar y un poco de piel de naranja rallada. Usa esta mezcla para hacer tus crepes o tortitas.
Pero si lo tuyo no es la cocina pero quieres incorporar este cereal a tu alimentación, puede sustituir tus cereales de desayuno por trigo sarraceno hinchado o copos de trigo sarraceno. También puedes consumirlo en forma de pasta (estrellitas, fusili, etc.), en Biotostadas o Tortitas de Trigo Sarraceno.
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