Para muchos hacer la maleta es el obstáculo final antes de disfrutar de unos días de desconexión, alejados del estrés diario, la ciudad y la oficina. Y es que organizar una maleta puede ser un auténtico infierno dependiendo del espacio que tengamos: no es lo mismo una maleta de mano para el avión que un maletero propio. En cualquier caso, mejor prevenir los quebraderos de cabeza con cinco trucos:
- Realiza una criba inicial. Probablemente necesites menos ropa de la que estás pensando. Seamos realistas: no vas a ponerte toda la ropa que te has traído “por si acaso llueve” o “por si acaso refresca”.
- El calzado es lo primero. Lo más pesado debe ir al fondo. Si en lugar de eso metes la ropa antes, los zapatos podrían no caber en la maleta. Aprovecha los huecos para meter calcetines o ropa interior. Ahorrarás espacio.
- Colocado cabe. Selecciona, dobla y coloca estratégicamente, como si fuera el Tetris de las vacaciones. Si no, el desorden hará que la maleta parezca más pequeña de lo que en realidad es.
- No todo es ropa. Libros, música, neceser de viaje, cuadernos, aparatos electrónicos… ¡Tus aficiones también deben ir en la maleta!
- Viaja ligero. Por si el primer punto no ha sido suficiente: lleva contigo lo justo y necesario.
Recuerda: maleta cerrada, decisiones tomadas. No dudes, ni sufras ni te tortures pensando en si te olvidas de algo importante. ¡Estás de vacaciones!
