10 estrategias efectivas para controlar tus emociones

Las emociones son algo natural y la prueba de que estamos vivos. Ya sean positivas o negativas, las emociones son inherentes al ser humano, son parte de su personalidad. Sin embargo, es muy importante saber manejarlas para evitar tanto una euforia desmedida que nos haga perder el rumbo como hundirnos: de ahí surge el control emocional.

Mediante el empleo de estrategias efectivas de control emocional logramos manejar nuestras emociones, algo que a su vez acarrea consecuencias muy positivas tanto para nosotros mismos como para todos los que nos rodean.

 

1. La respiración, esencial para el control emocional – La respiración es una de las estrategias más efectivas de control emocional. Es el clásico “antes de responder, cuenta hasta 10”. Si te enfrentas a una situación complicada, suelta todo el aire que tengas acumulado e inspira fuertemente. Aguanta durante unos segundos, vuelve a soltar todo el aire y repite este proceso hasta que consideres que estás lo suficientemente preparado para enfrentarte a la situación que te ha hecho sentir nervioso o inquieto. Aunque al principio cuesta, no tardarás en descubrir las ventajas de emplear este método.

 

2. Evita las situaciones que sabes que no te van a sentar bien – ¿Ir a una fiesta con gente que te irrita? ¿Una comida en un sitio que detestas? A veces, lo mejor es decir que no. No tengas miedo de quedar como una persona aburrida o asustadiza, ya que seguro que puedes encontrar otra situación en la que encontrarte con esa gente con la que sí te llevas bien, evitando a aquellas personas y situaciones que te provocan ansiedad.

 

3. Piensa en situaciones que te provoquen emociones positivas – Una vez que nos damos cuenta de que estamos enfadados o irritados, podemos empezar a controlar esa emoción. Una buena táctica es pensar en algo que nos produzca la sensación contraria y pensar en situaciones que nos provocan esa sensación. Por ejemplo, en situaciones de estrés podemos dedicar un par de minutos a cosas que nos relajen. De esa forma podremos recargar las pilas para afrontar de nuevo el trabajo.

 

4. Ensaya mentalmente las situaciones a las que podrías enfrentarte – Cuando sabes que algo es inminente, ensaya mentalmente cómo vas a actuar. Aclara tus ideas, define lo que te gustaría decir y lo que no e imagina cómo podría ir la conversación. Prepara posibles preguntas y respuestas que podrían surgir y te será mucho más sencillo evitar perder el control de las emociones.

Ensayar mentalmente da paso a otra estrategia que puedes emplear a la vez, ya que al estar más relajado puedes dedicar tu pensamiento a insuflarte ánimos. “Lo estás haciendo bien”, “sigue así, que vas genial” o “tú puedes, ¡vamos!” son pensamientos positivos que te puedes dedicar a ti mismo para afrontar la situación.

 

5. Sé empático – La empatía es fundamental para evitar que situaciones cotidianas te pongan de los nervios. Si por ejemplo alguien se choca contigo por la calle, te molesta por alguna equivocación o cualquier otra situación similar, ponte en su lugar. Quizás tiene sus propios asuntos que resolver en la cabeza, o tiene prisa para cerrar algún asunto importante. Busca una justificación que te evite un enfado innecesario.

 

6. Detención del pensamiento – A veces, nuestro principal problema es que somos incapaces de dejar de pensar en lo negativo. Cuando esto ocurra, grítate a ti mismo “¡basta!”. Busca situaciones alegres que te produzcan emociones positivas y piensa en ellas, poco a poco irás relajándote.

 

7. Busca el lado positivo de las cosas – Puede que te ocurra algún tipo de situación que de primeras sea negativa, pero búscale el lado positivo. Imagínate, por ejemplo, que en el trabajo te cargan de repente con más cosas que hacer. Al principio te puede molestar, pero te demostrarás a ti mismo que puedes enfrentarte a las adversidades.

 

8. Delega en los demás – No intentes asumir por voluntad propia más responsabilidades de las que te corresponden. Busca gente en la que confiar y que creas que van a hacer un buen trabajo para que puedas dedicarte a otros asuntos. Evitarás una sobrecarga de estrés e irritación innecesaria.

 

9. ¿Has pensado en el mindfulness? – El mindfulness es una filosofía que consiste en aceptar los hechos tal y como son, sin juzgar si son correctos o no. Básicamente, es tomar conciencia de la realidad tal y como es para evitar preocupaciones y enfados innecesarias que, a su vez, nos alejan de lo que deberíamos hacer: buscar una solución.

 

10. Recuerda: no hay que evitar las emociones, hay que manejarlas – Todas estas tácticas te ayudan a manejar las emociones, no a ocultarlas y olvidarte de ellas. Como decíamos antes, sentir es humano, es lo que nos convierte en seres vivos. Lo importante es evitar que las emociones vayan a su propio ritmo, perder su control y convertir nuestra vida en una montaña rusa de emociones que nos desestabilizan mentalmente.

 

La información contenida en esta web tiene un carácter informativo, divulgativo y/o comercial. Consulte siempre con su especialista. Es importante seguir una dieta variada y un estilo de vida saludable.

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