Mandala, según la RAE, se define como un dibujo complejo que muchas veces es de forma circular y que representa las fuerzas reguladoras del universo. Se utiliza para meditar. Dándole una definición más espiritual, un mandala es círculo en el idioma sánscrito. Representan la totalidad de nuestro ser y nos recuerdan nuestra relación con el infinito. Los mandalas nos ofrecen algunos de los ejercicios de relajación y búsqueda del equilibrio interno más sencillos que existen.
Carl Jung, conocido psiquiatra del siglo XX y figura clave de los orígenes del psicoanálisis, afirmaba que los mandalas representan la mente en su totalidad, desde el consciente hasta el inconsciente. Meditar dibujando o pintando mandalas es un arte milenario que involucra a la persona en un proceso de introspección, auto-conocimiento y creatividad. Su uso es conocido en escuelas tibetanas como apoyo de la meditación para alcanzar niveles mentales mucho más elevados.
Formas de pintar un mandala
- Busca un lugar tranquilo.
- Decide la dirección en vas a pintarlo y trata de mantenerla.
- Si lo que buscas es exteriorizar tus emociones debes colorear de adentro hacia afuera.
- Al contrario, si lo que prefieres es conectar con tu interior se recomienda pintarlo de afuera hacia adentro.
- Elige los colores de forma intuitiva no importa que no combinen, porque cada color tiene su significado.
- Tómate el tiempo que necesites.
- Escucha música relajante.
- Si te da sueño, es porque estabas tenso. Es preferible dejarlo e ir a dormir.
- Si no terminas el mandala en ese momento, déjalo así.
- Cuando quieras volver a pintar, elige uno nuevo.
Beneficios de pintar mandalas
- Es un elemento de apoyo en la meditación.

- Fomenta la paciencia.
- Fortalece nuestra capacidad de concentración.
- Despierta nuestros sentidos.
- Deshace bloqueos mentales.
- Reduce el estrés.
- Nos ayuda a organizar nuestros pensamientos.
- Produce una sensación de bienestar general.
- Ejercita la memoria.
- Fomenta la creatividad.
- Ayuda a superar situaciones emocionales complicadas.
- Nos ayuda a reconectar con nuestro ser esencial.
- Equilibra nuestro hemisferio lógico con el creativo.
- Ofrece mayor estabilidad a nuestras emociones.
Y tú, ¿te atreves a probar los beneficios de pintar mandalas?