Son las once de la noche, después de una agotadora jornada de trabajo, preparar comidas, dejar listas las cosas del día siguiente… entre bostezo y bostezo, solo quieres descansar. Y por fin llega la hora de meterse en la cama… pero antes coges el móvil y te pones al día de las redes sociales, a intentar pasar la pantalla de ese juego que tanto te gusta, ver el último vídeo que ha subido tu artista favorito, y así, sin quererlo, te dan las tantas.
Aunque gracias al móvil podemos estar en contacto con nuestros seres queridos por muy lejos que se encuentren, lo cierto es que, utilizarlo justo antes de dormir, no es una buena idea. Pero, ¿por qué? Te lo contamos.
Por lo que, si permanece en estado de alerta, le cuesta más relajarse para poder dormir bien, tardamos más en hacerlo y no descansamos el tiempo recomendado.
La melatonina es la hormona que segrega nuestro cerebro para ayudarnos a dormir. La luz que desprende la pantalla del móvil hace que se produzca menos melatonina y, por tanto, nos costará más conciliar el sueño.
Y, por tanto, algunas de nuestras capacidades, como la de aprender o la de concentrarnos, se verán disminuidas al día siguiente. Por la misma razón, al no descansar correctamente, te encontrarás más débil, menos activo y de peor humor.
Dormir es uno de los grandes placeres para muchos y de los pocos que son gratis, así que no debemos desperdiciar esas horas tan valiosas de descanso y aprovecharlas para recuperar esa energía desgastada en nuestra rutina diaria. Si duermes ocho horas diarias y te despides del móvil antes de dormir, tu mente y cuerpo lo agradecerán.