La tecnología ‘verde’ ha llegado para quedarse. Desde 2014 han surgido una serie de alternativas ecológicas a los smartphones tradicionales que intentan oponerse a la obsolescencia programada, fomentando el consumo responsable. Juniper Research, la mayor consultora digital de marketing y consumo ubicada en Londres, calculó que a partir de 2017 se venderían 400 millones de dispositivos ecológicos en todo el mundo. Sí, has leído bien, ¡400 millones!
Los teléfonos modulares son la gran baza por la que apuestan las empresas del momento. Son móviles fabricados con piezas independientes, de manera que se puedan cambiar en caso de que fallen. En realidad, este sencillo método alarga la vida útil de cualquier dispositivo electrónico. Hoy en día la mayor parte de los smartphones tiene la batería integrada, por ejemplo, lo que significa que, si se desgasta o deja de funcionar, tendrás que llevarlo al servicio técnico a por un repuesto completo. Solo ellos podrán abrirlo y arreglarlo (a no ser que seas un experto, claro). La tecnología sostenible apuesta también por la economía y la optimización de recursos.
¿Qué otro tipo de tecnología sostenible existe?
Si leyendo esto te dan ganas de llevar tu Smartphone a un punto limpio y pasarte a la tecnología ecológica… ¡Bienvenido! También es posible que pienses: “Pero… ¿significa eso que mi móvil no es ecológico?” Nada más lejos de la realidad: muchas compañías centran sus esfuerzos en la tecnología sostenible, reacondicionando móviles antiguos y dotándolos de una segunda vida tan próspera como la primera.